La historia nos habla de la existencia de la posesión de Sa Torre hacia el año 1369, siendo conocida en la isla por la singular capilla de estilo neogótico levantada en sus inmediaciones y que preside los terrenos que se extienden entre Llucmajor y el Cap Blanc.
La leyenda cuenta que el amo de la posesión la mandó construir cuando vio cumplido su deseo de tener un varón.